jueves, 21 de febrero de 2013


Retomando las preguntas del profe en su blogg, considero que los puntos más importantes para llevar acabo son los últimos 3, en especial el 5 debido a que en la actualidad muchas de las empresas ya le dan mucha importancia al seguimiento y retroalimentación, cuestión que en otros tiempos muy pocas empresas realizaban, constantemente te están llamando, enviando mails, pidiendo tu opinión, evaluando etc. Es una forma de tener bases de datos que en la actualidad tienen un valor alto, y son tan importantes que ya se trafican en el mercado negro.
Muchos de nosotros y me incluyo, constantemente tomamos decisiones, son acertadas y ya, vamos a lo siguiente, y si salen mal ya es cuando nos sentamos a preguntarnos ¿Por qué salió mal? ¿En qué me equivoque? ¿De quién fue la culpa? ¿Qué haré para la siguiente ocasión? ¿Cómo minimizo o controlo las consecuencias? Muy pocas veces lo hacemos cuando el resultado es positivo.
¿Cuán buscamos un consultor? Cuando ya hicimos un desastre tratando de solucionar un problema, el problema lleva mucho tiempo o es constante y cuando nuestro bolsillo se está viendo afectado. Aquí el asunto no es resolver primeramente el problema, sino ver la causa, para poderlo resolver, una vez detectado puedes seguir con los siguientes pasos. Debemos de involucrar al equipo, pues si lo haces, ellos después solos podrán solucionarlos sin tu ayuda, el factor básico es la transmisión del conocimiento.
Se menciona en este capítulo la importancia de hacer un contrato, bueno quiero que vayamos un poquito al pasado y recordemos como en esas épocas tu palabra era como en la actualidad tu firma, el hacer contratos de palabra era la forma de hacer negocios, si fallabas no sólo tu palabra no valía nada, sino que como persona ya no alías nada. Debido a las tendencias y cuestiones ocultas de cada personas, ya sino firmas un papel sipones no tener la seguridad de que cumplirá y aun así con firma y todo no cumplen, y pasamos a un tema de demandas, juzgados y procesos costos y cansados. Después tenemos a los sindicatos y podría continuar con una larga lista de problemas que podríamos tener.
Coincido con el libro en el aspecto de que la mejor manera de llevar acabo una consultoría es poner las cartas sobre la mesa, platicar todo lo que se tiene que platicar y dejar las cosas claras, para que posteriormente no haya problemas de: No me dijiste, es que no era así, yo pensaba que era diferente, te entendí de otra manera, no quedamos en eso, y mil justificaciones más que podríamos agregar. Es importante exponernos un poco y si podemos ponerlo de alguna manera ceder un poco el control. Al no ser explícitos con lo que haremos se corre el riesgo de que los miembros involucrados no entiendan, aporte o quieran participar. La pregunta es ¿Cómo motivas a alguien que no se quiere involucrar? ¿Cómo logras que lo explicado o expuesto sea entendido por todos de la misma manera? ¿Qué tipo de evaluación o retroalimentación interna debes de llevar acabo después de una estrategia aplicada?
No siempre encontraremos a los clientes perfectos, pero no tengamos miedo de decir NO, si lo sé muchas cosas pasan por nuestra mente, tengo que pagar x, tengo que comprar x, tengo una deuda. Las tarjetas, colegiaturas, gas, luz, etc. Pero los humanos, aclaro no todos somos del tipo de personas que no somos divergentes, es decir vemos el árbol pero no el bosque, entonces si existe un mundo de muchos pero muchos millones de habitantes ¿Por qué nos centramos en un pequeño mercado? ¿Qué capacidad de visión tenemos? ¿Cuáles son nuestros planes a futura? ¿Qué es lo que nos detiene? Será miedo acaso???????
Otro error que note que comúnmente realizamos y lo digo porque yo lo hice es que renegociamos sobre un mismo contrato, si hay un contrato y se desea cambiar algunos puntos es necesario hacer uno nuevo, no hacerlo sobre el mismo, debido a que aunque a veces no nos damos cuenta por un cambio aunque para ti sea insignificante el significado de muchas cosas puede cambiar.
 Por ultimo hablare del tiempo y la confidencialidad, ufffff dos cuestiones muy subjetivas y en muchos casos difíciles de cumplir. Si, los tiempos son establecidos, pero muchas veces hay factores externos que no te permiten entregar o resolver a tiempo, ¿Qué justificaciones puedes usar? ¿Cómo puedes solucionar, adelantar o presionar? ¿Hasta qué punto estoy involucrado? Muchas veces el tipo de resoluciones no depende de ti mismo, pero volvemos al punto ¿A quién le echamos la culpa? Tu tenías un compromiso y debes de cumplirlo en tiempo y forma, característica que muchos de los mexicanos no tenemos.
Confidencialidad, el tema más delicado para mí de éste capítulo, tengo varias preguntas: ¿Cómo sabes a quien darle la información? Si no tienes confianza ¿Con qué seguridad lo harás? ¿Hasta qué punto debes de dar toda la información? ¿Cómo debes presentar la información? ¿En algún punto serás afectado?
Como experiencia en consultoría y aunque no es mi ramo, es en el área de constituir empresas, lo cual es complicado a veces porque a las 3 personas que he asesorado, no encuentran una denominación que cumpla con todos sus requisitos, es difícil convencer, y no es porque yo lo diga sino porque la ley así lo dice. Entonces convence a alguien que aunque no lo apruebes o te guste debe de ser así. Es gracioso a veces como la vida te lleva por camino a los que jamás imaginaste que te llevaría o cuestiones en las que decías: “Jamás voy a meterme en esto? ¿A alguien le suena? De ahí el dicho, jamás digas de éste agua no beberé…
Otro caso típico de consultoría. La amiga que aconseja a otra de las relaciones de pareja, jajajaja, todos nos creemos expertos, hablamos en base a nuestras experiencias, y nos volvemos jueces de los que según nosotros son los acusados, y no tomamos en cuenta que al ser todos diferentes, todo es diferente.
Como conclusión, la vida es muy sencilla, pero nosotros somo s la que la complicamos…

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con tu conclusión. Aunque no creo que las empresas llamen a un consultor sólo cuando han dejado crecer un problema. A veces un proceso de consultoría resulta muy rico como adyacente a un proceso de desarrollo empresarial.

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  2. Me gustó tu reflexión acerca del poder de la palabra. Nosotros hemos hablado de un contrato social, hablado no un documento legal. Es conveniente anotar en lo que quedamos. Yo siempre lo hago y me quedo con el compromiso de enviárselo después. También se le puede llamar propuesta, aunque en realidad es lo que platicamos y acordamos.

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